Tengo 48 años pero hace 40 que volví a nacer. Hace 8 años cambié mis hábitos de alimentación, empecé a recuperar mi salud, cambié mi forma de vincularme con el planeta, con los demás y, principalmente, conmigo.
A veces surge esa vocecita interna crítica que dice "por qué tardaste 40 años en cambiar?" Es cierto que pasé 40 años:
- Comiendo a base de ultraprocesados.
- Dañando mi salud a punto de desarrollar Tiroiditis de Hashimoto
- Subestimando la actividad física.
- Consumiendo sin consciencia colectiva.
- Privilegiando ser complaciente con los demás antes que respetarme a mí misma.
- Quejándome de las cosas que me habían tocado vivir.
- Depositando en el afuera la responsabilidad de MI felicidad.
PERO CADA VEZ MÁS ME ENFOCO EN PENSAR que en estos últimos 8 años:
- Pude basar el 90% de mi alimentación en comida real y enseñar a muchas personas a realizar cambio de hábitos.
-️ Frené el avance de la Tiroiditis de Hashimoto mejorando mucho los síntomas y bajando la dosis de levotiroxina (cuando me habían dicho que no era posible).
-️ Incorporé la actividad física con alegría.
-️ Me convertí en profesora de Yoga y empecé a meditar diariamente.
-️ Aprendí a poner límites en los vínculos y a ser mucho más selectiva, priorizándome ante todo.
- Empecé a limpiar mi organismo de químicos tóxicos, ayudando a su vez al planeta. Ejemplo, mediante productos de cosmética natural, detergente y jabón para la ropa biodegradables.
-️ Empecé a tomar responsabilidad sobre mi consumo separando la basura y explorando opciones que involucren el reciclaje.
Entonces pienso... ¿vale más la cantidad o la calidad? ¿El impacto de estos últimos 8 años neutraliza los 40 anteriores?
Es imposible medirlo. Tal vez no importa medirlo.
Tal vez lo poderoso es el efecto multiplicador que se genera cuando empezamos a SER CONSCIENTES.
NUNCA ES TARDE.
Hoy es el mejor día.
Hoy es tu mejor momento.
Vivilo desde el AMOR
Acá estoy para que nos acompañemos.
Gracias por leerme,
Vero
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